Los seres humanos somos seres relacionales y la conformación de parejas es parte de ese relacionarnos con otro.
Los factores que nos llevan a unirnos a otra persona son diversos, generalmente se asocia al amor, que, en sus inicios parte con una atracción que genera el interés por acercarse a aquella persona que se nos transforma en especial.
Con el tiempo y casi sin darnos cuenta esto comienza a mutar, ya no nos atrae como antes, nos molestan situaciones que antes eran invisibles, ya no nos motiva estar ni compartir las mismas cosas. Estas son las primeras señales de alerta a las cuales hay que aprender a prestarle atención.
¿Por qué nos cuesta darnos cuenta?
Esta pareciera ser una pregunta muy simple de responder, sin embargo, es compleja porque encierra una serie de habilidades que, muchas veces, no hemos desarrollado y no porque no queremos, sino porque no se nos ha enseñado a relacionarnos desde la inteligencia emocional, nos cuesta manejar las emociones, por tanto, identificarlas es una tarea mayor que muchas veces solos no podemos resolver.
Como nos cuesta identificar, nos cuesta también expresar y muchas veces decimos las cosas de manera inadecuada lo que lleva a que se generen los conflictos porque la otra parte se puede sentir amenazada, atacada o menoscabada. También esto se da porque actuamos desde la rabia, decimos cosas de las cuales después nos podemos arrepentir, sin embargo, el daño ya está hecho y eso va erosionando la relación lo que lleva a que se cierren todas las posibilidades de diálogo y se comience una confrontación que se puede evitar teniendo un manejo emocional.
Cuando se llega a este punto es necesario acudir a un tercero imparcial que posibilite lo más básico de lo básico, escucharse para centrarse en los intereses y no en las posiciones. Este es un camino que hay que transitar por etapas, lo primero es descubrir el conflicto para trabajarlo y decantarlo, solo después de ello se podrá llegar a escucharse para lograr acuerdos cuando se tenga que ir a una mediación para regular las diversas materias.
Acudir a la mediación facilita las cosas, permite regular los temas centrales, alimentos, relación directa y regular, cuidados personales de manera mucho más ecuánime porque serán las partes las que llegarán a acuerdos, no los impondrá un juez.
Beneficios de la mediación en el conflicto de pareja
La mediación en el conflicto de pareja ofrece una serie de beneficios significativos:
- Resolución de conflictos constructiva: esto posibilita que las partes, es decir, la pareja, logre acuerdos consensuados porque los conflictos se abordan de manera constructiva fomentando la colaboración para acuerdos equitativos.
- Posibilita la comunicación adecuada: el mediador o mediadora facilita el diálogo, promueve el que se escuchen y tengan una comunicación más clara y respetuosa. Esto permite que las partes encuentren puntos en común y baje un poco el conflicto.
- Permite tener control sobre el proceso: las partes son las que llegan a los acuerdos, tienen mayor control sobre el proceso y las decisiones que se toman que, a diferencia que si se judicializa es el juez quien determina, es quien toma las decisiones finales.
- Preservar la relación en el tiempo: los padres serán los padres por siempre y en la medida que éstos tengan una buena relación, se comuniquen de manera adecuada los menores se verán beneficiados porque no crecerán insertos en una eterna disputa o confrontación de los padres. Entender que la pareja es la que se separa, la que está conflictuada pero que, en su rol de padres, deben estar alineados para los menores es un gran paso.
- Ahorro de tiempo y dinero: A diferencia con los procedimientos legales, la mediación suele ser más rápida y económica, posibilitando que las partes puedan ahorrar tiempo y dinero al optar por la mediación en lugar de someterse a un largo proceso judicial.
Es importante entender que nada de esto es posible si las partes no tienen la disposición a ello, la mediación no es magia, es una herramienta para llegar a acuerdos.
Implementación de la mediación en el conflicto de pareja
Para aprovechar al máximo la mediación en el conflicto de pareja, se deben seguir algunos pasos clave:
- Búsqueda de un mediador especializado: Es importante encontrar un mediador capacitado y experimentado en la resolución de conflictos de pareja. El mediador debe ser neutral, imparcial y contar con habilidades de comunicación y negociación.
- Compromiso de ambas partes: Ambas partes deben estar dispuestas a participar activamente en el proceso de mediación y comprometerse a trabajar juntas para resolver el conflicto. El éxito de la mediación depende en gran medida del compromiso y la cooperación de ambas partes.
- Establecimiento de metas claras: Antes de comenzar la mediación, es importante que las parejas establezcan metas claras y realistas para el proceso. Definir lo que se espera lograr ayuda a enfocar la mediación y a mantener el rumbo durante las sesiones.
- Apertura y honestidad: Durante la mediación, es crucial que ambas partes sean abiertas y honestas en sus comunicaciones. Esto facilitará la identificación de los problemas subyacentes y la búsqueda de soluciones que satisfagan a ambas partes.
- Compromiso con los acuerdos: Una vez que se alcanzan acuerdos, es esencial que ambas partes se comprometan a cumplirlos. Los acuerdos deben ser documentados de manera clara y precisa para evitar malentendidos en el futuro.
Conclusión
La mediación en el conflicto de pareja ofrece una alternativa efectiva y constructiva para abordar los desacuerdos y los problemas que surgen en las relaciones de pareja. Al promover la comunicación abierta, la comprensión mutua y la búsqueda de soluciones mutuamente satisfactorias, la mediación ayuda a las parejas a superar los obstáculos y fortalecer su relación. Si estás enfrentando conflictos en tu relación de pareja, considera la mediación como una opción para abordarlos de manera positiva y constructiva. Recuerda que la mediación te brinda la oportunidad de tomar el control y trabajar juntos hacia un futuro más saludable y armonioso.