Le llamamos conflicto a aquellas situaciones donde dos o más personas se ven confrontadas, porque cada una tiene una visión determinada ante un mismo hecho, tienen valores, objetivos, metas o intereses distintos.
Son parte inevitable de nuestras vidas, se encuentran en diferentes contextos y relaciones, los encontramos en el ámbito laboral, familiar e incluso en nuestras interacciones diarias donde todo es susceptible de conflicto ya que nos encontrarnos con situaciones en las que hay diferencias de opinión, intereses divergentes o disputas, el desafío es mirarlos con objetividad para abordarlos ya que, los conflictos por definición no son ni buenos ni malos, los que hacen que tengan una connotación u otra somos las personas y las formas cómo los abordamos y resolvemos. Hay que entender que el conflicto es inherente al ser humano.
Esta situación puede ser una oportunidad para el crecimiento, el aprendizaje y el fortalecimiento de las relaciones si se maneja adecuadamente, el desafío es aprender a resignificarlos ya que culturalmente acostumbramos a darle una connotación negativa porque tenemos la tendencia a centrarnos en las posiciones y no en los intereses, esto lleva a que se aborde de una manera muy agresiva, sin embargo, hay formas de abordarlos de una manera más objetiva, de resolverlos entendiendo al o los otros que están insertos en el conflicto, esto es posible porque hay un control emocional, por tanto, un interés en resolverlos.
Teniendo claro que el conflicto es parte del cotidiano, que está presente; la pregunta que surge es ¿en qué me aporta saber identificar y resolver conflictos?
Es crucial porque, una vez que se aprende a identificarlos se puede comenzar a resolverlos y esto permite relacionarnos desde una forma más sana, más adecuada, permite llegar a acuerdos, se puede entender al otro desde las diferencias, resolver los conflictos no es sinónimo de pensar lo mismo y ser todos amigos, se trata de aprender a respetarnos en las diferencias para comenzar a cambiar los paradigmas y entender que hay puntos en común que son en los que hay que centrar la atención.
¡¡¡La resolución de conflictos permite ir de lo imposible a lo posible!!!
Entonces, ¿por qué es importante recurrir a la mediación para resolver conflictos?
Aquí hay algunas razones clave:
- Comunicación efectiva: La mediación fomenta una comunicación abierta y respetuosa entre las partes en conflicto. El mediador ayuda a establecer un ambiente seguro donde las partes puedan expresar sus preocupaciones y puntos de vista, y escucharse mutuamente de manera activa. Esto facilita una comprensión más profunda y una comunicación más efectiva entre las partes.
- Soluciones mutuamente satisfactorias: A diferencia de la resolución de conflictos basada en el poder o el ganar-perder, la mediación busca encontrar soluciones que sean aceptables para todas las partes involucradas. El mediador ayuda a explorar opciones y a encontrar un terreno común en el que se puedan satisfacer las necesidades y los intereses de todas las partes, promoviendo así una resolución más duradera y equitativa.
- Ahorro de tiempo y recursos: La mediación es generalmente un proceso más rápido y económico que la vía judicial. Al evitar un litigio prolongado y costoso, las partes pueden ahorrar tiempo, dinero y energía, centrándose en la resolución del conflicto y en seguir adelante.
- Preservación de relaciones: La mediación busca preservar y fortalecer las relaciones entre las partes involucradas en el conflicto. Al promover un ambiente de diálogo respetuoso y la búsqueda de soluciones colaborativas, la mediación ayuda a evitar el deterioro de las relaciones y a mantener una comunicación saludable a largo plazo.
- Empoderamiento y responsabilidad: A través de la mediación, las partes tienen la oportunidad de participar activamente en la resolución de sus propios conflictos. Se les brinda un espacio seguro para expresar sus necesidades y preocupaciones, y se les anima a asumir la responsabilidad de buscar soluciones constructivas. Esto promueve un sentido de empoderamiento y autodeterminación.
En conclusión…
El conflicto es una parte inherente de nuestras vidas, pero su resolución no tiene por qué ser destructiva. La mediación ofrece un enfoque alternativo y constructivo para manejar los conflictos, permitiendo que las partes involucradas tengan un mayor control y responsabilidad en la búsqueda de soluciones mutuamente satisfactorias. Si te encuentras inmerso en un conflicto, considera la mediación como una opción valiosa para resolverlo de manera efectiva, preservando las relaciones y promoviendo la paz y la armonía.